¿Cómo saber si tienes depresión?

Como saber si tienes depresión

En el artículo de hoy vamos a tratar la depresión, vamos a hablar sobre qué es, sus síntomas, las posibles causas que pueden provocarla y la forma de tratarla. Si actualmente piensas que tienes depresión, con este artículo podrás resolver muchas preguntas que quizás ronden por tu cabeza en estos momentos…

¿Qué es la depresión?

La depresión se define como un trastorno mental que se engloba dentro de los trastornos del estado de ánimo. Los trastornos del estado de ánimo, son alteraciones emocionales en los que conviven periodos de intensa tristeza con periodos de alegría excesiva.

Dentro de estos se encuentra la depresión, y se caracterizada, entre otras cosas,  por la presencia constante de tristeza, ganas de llorar, un vacío difícil de explicar por quien lo percibe, ansiedad, pérdida de interés por actividades que antes producían placer, pérdida de energía, fatiga, un aumento o disminución en el apetito, así como también suele ser normal un aumento o disminución en el peso.

No es necesario padecer todos los síntomas descritos anteriormente para decir que se tiene depresión, ya que puede ser que no tengan lugar todos en la misma persona, y que a veces se manifiesten unos en mayor medida más que otros, y los más llamativos pueden colapsar a otros de menor intensidad. En cualquier caso, es necesario que se haga un buen diagnóstico por parte de un profesional, y se aborden los síntomas más significantes, es decir, aquellos que incapacitan a la persona en mayor intensidad.

Normalmente, la ansiedad y la depresión suelen ir de la mano. En muchos casos suele ocurrir primero un periodo prolongado de ansiedad y tras éste, se ve la depresión, pero no siempre tiene que ser así.

Razones por las que puede una persona caer en depresión

La depresión afecta a la persona en general, así como a su entorno, ya que dificulta las relaciones personales, familiares y laborales.

A veces tras un acontecimiento doloroso o traumático aparecen los primeros síntomas de depresión, sin necesidad de que haya manifestaciones de ansiedad previamente. Y estos primeros síntomas pueden mostrarse de manera leve, y a medida que transcurra el tiempo, pueden ir aumentando de manera progresiva.

Es normal que se den sentimientos de este tipo ante una desagracia o evento negativo, pero es importante tener en cuenta como se gestiona por la persona que lo siente, porque de ello depende que se siga el curso normal y evolucione dentro del periodo establecido para ello o por el contrario, se haga crónico.

La depresión es un trastorno mental grave que afecta bastante a la persona que lo sufre,  suele incidir más en las mujeres, como ocurre con la mayoría de trastornos mentales y puede causar síntomas a nivel mental y físico.

Tipos de síntomas que se manifiestan durante una depresión

Los síntomas que más se suelen dar durante la depresión son los siguientes:

  • Tristeza, ansiedad, vacío y ganas de llorar.
  • Pérdida de interés por actividades que antes causaban placer o hacían sentir bien.
  • Fatiga o pérdida de energía notable
  • Pérdida, disminución o aumento  de apetito.
  • Pérdida o aumento de peso.
  • Problemas para dormir y poder conciliar el sueño, o por el contrario, dormir en exceso.
  • Pérdida o dificultad a la hora de mostrar expresiones emocionales.
  • Sentimientos de desesperanza, culpa, pesimismo, inutilidad y similares.
  • Retraimiento de tipo social, aislamiento.
  • Problemas para concentrarse y para tomar decisiones de forma clara.
  • Irritabilidad y  mal humor.
  • Problemas físicos de todo tipo (digestivos, jaquecas, dolores crónicos, infecciones, cardiacos, etc.).
  • Pensamientos y/o ideas de tipo suicidas, así como intentos de suicidio, en los casos más graves.

Síntomas de la depresión

¿Qué hago si detecto que estoy teniendo estos síntomas?

La depresión puede llegar a causar un malestar muy intenso en la persona que lo sufre, un continuo sentimiento de irritabilidad intenso que puede afectar mucho a la calidad de vida de la persona. Si detectas que estás pasando por un momento similar al que describimos en este artículo, busca ayuda profesional cuanto  antes, un psicólogo te ayudará a superar ese periodo y a encontrarte mejor.

El tratamiento psicológico más usado es el que incide en el aspecto cognitivo y conductual. Por un lado, a nivel cognitivo, se debe romper con la tendencia de caer en ver en mayor medida solo lo negro y negativo, y saber ver también los aspectos positivos que existen en nuestro alrededor. Y por otro lado, en lo que se refiere a lo conductual, debemos luchar con la apatía y la desgana intentando mantenerse activo y cuidarse, creando rutinas y enfocándose en la realización de actividades que proporcionen satisfacción.

El ámbito psicofarmacológico es también importante dependiendo de la gravedad de los síntomas, y de cómo la persona los afronte. Es otra ayuda más, de forma temporal, a que la persona pueda avanzar y progresar para minimizar lo máximo posible los síntomas tan desagradables que puede provocar una depresión. Seguido y supervisado por psiquiatría, se optará por la medicación más apropiada en cada caso.

Tipos y variaciones del estado de ánimo llamado depresión

Distimia

La distimia o trastorno distímico se considera un tipo de trastorno afectivo o del estado de ánimo, al igual que la depresión, se incluye en el mismo grupo, y  suele asemejarse con un trastorno de depresión mayor, pero de forma más crónica y menos severa. Según los manuales, la principal diferencia es el tiempo en el que permanecen los síntomas, en la depresión los síntomas están presentes por un periodo de tiempo limitado, y en la distimia se presentan de forma continuada.

Por lo general, las personas que padecen distimia, suelen experimentar episodios de depresión de forma continua y crónica, y suelen convivir con características similares a las manifestadas en la depresión, descritas anteriormente, pero con menor intensidad.

Anhedonia

Una de las características más destacables en todos los procesos depresivos es la anhedonia, que es la incapacidad para experimentar placer por actividades que antes de tener los síntomas le resultaban a la persona placenteras.

Se trata de una pérdida de interés o satisfacción por casi todas las actividades. Se considera una falta de reactividad ante estímulos habitualmente placenteros.

¿Es lo mismo estar triste que tener depresión?

La tristeza es normal que tenga lugar en cualquier persona como reacción a un acontecimiento doloroso, como puede ser el fallecimiento de un ser querido, suspender una prueba importante, una ruptura de pareja, etc. Aparece en todas las personas de forma normal ante determinadas circunstancias.

La depresión es esa tristeza pero llevada a un punto crónico, como cuando hay un duelo con síntomas muy acentuados y mal gestionado por la persona, de manera que llega a hacerse crónico, pudiendo desembocar en un trastorno depresivo.

¿Cuánto tiempo tengo que sentirme triste para tener depresión?

Es totalmente normal sentirse triste y apagado emocionalmente ante ciertos acontecimientos. Pero estos sentimientos pueden derivar en una forma permanente, si la persona que los siente no sabe gestionarlo de manera correcta o no se plantea recurrir a una ayuda profesional.

La respuesta de sentirse triste es considerada como innata del ser humano, algo muy común y generalizado en el ser humano ante un impacto fuerte de tipo emocional, como la pérdida de un ser querido o una ruptura, pero se puede convertir en algo patológico, si su intensidad y duración aumentan considerablemente.

Hay aspectos que pueden influir en los síntomas depresivos, mejorándolos o empeorándolos, como los aspectos de personalidad, la red de apoyo y el ambiente que rodea a la persona.

Una de las emociones más presentes y vinculadas a la depresión es la tristeza, la cual tiene una función adaptativa, pero conviene tener cuidado y no dejar que esas señales se prolonguen demasiado porque pueden llegar a dominar a la persona y adoptar el control sobre esta, dejándola indefensa.

Causas de la depresión

Las causas suelen ser de varios tipos, nunca es una aislada, ya que cuando hablamos de las personas hay que tener en cuenta: biología, aprendizaje y experiencias, entorno y contexto, características de personalidad, etc.; todo es sumatorio y es igual de importante.

Más que de causas, debemos hablar de factores de riesgo y de factores desencadenantes, es decir, de causas o acontecimientos que hacen más probable que se dé un trastorno de depresión, como por ejemplo la soledad extrema, un déficit en apoyo social, antecedentes familiares de casos de depresión, carencias emocionales, abuso de alcohol y drogas, etc., entre otros.

La predisposición genética juega un papel muy importante a la hora de desarrollar una enfermedad mental a nivel general, ya que aumenta bastante las posibilidades de que se manifiesten los síntomas y de que se desarrolle una enfermedad similar.

Las experiencias negativas también pueden desencadenar un episodio con síntomas de depresión, como por ejemplo haber vivido situaciones estresantes o de maltrato físico, abusos sexuales, una situación muy difícil a nivel personal o económico, etc.

Tratamiento para combatir la depresión

El abordaje puede ser con fármacos y a nivel psicológico. La medicación puede aportar resultados beneficiosos a corto plazo, y el tratamiento psicológico puede tardar algo más en mostrar sus efectos.

A nivel de psicofármacos, los antidepresivos suelen ser el tratamiento farmacológico de primera opción en este tipo de casos, y de éstos, los más usados suelen ser los del tipo isrs (inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina). Estos psicofármacos ayudan a que haya más cantidad de serotonina en el cerebro, y esta sustancia hace que se regule el estado de ánimo, y la persona se encuentre algo más tranquila y menos triste.

El tratamiento psicológico es fundamental en este tipo de trastornos, ya que se trabaja mucho la parte cognitiva de los pensamientos, y desde ahí se pueden llegar a modificar toda la cascada de síntomas derivados de este tipo de alteraciones.

Lo ideal es combinar los dos métodos descritos con anterioridad, para que la eficacia sea más positiva, y los resultados se vean más rápido.

Y siempre dentro de nuestras posibilidades, no olvidar el sentido común y adoptar remedios caseros que siempre ayudan a potenciar cualquier tratamiento así como a prevenir posibles complicaciones una vez aparecen los primeros síntomas, como puede ser el ejercicio físico, una buena alimentación, descansar lo suficiente, mantenerse activo y ocupado, atender a las emociones, rodearse de gente positiva, usar de manera positiva  el apoyo de familiares y amigos, etc.

¿Qué te ha parecido este artículo? Como psicóloga en Málaga especializada en depresión, ansiedad, terapia de pareja, fobias y otros problemas en adultos y niños, te invito a contactar conmigo, juntos podremos alcanzar tus objetivos de bienestar, a nivel interno y externo.

Ángeles Mérida Psicóloga

Licenciada en psicología por la Universidad de Málaga y amplia experiencia profesional. Especializada en terapia de parejas y otras áreas de psicología para adultos, niños y adolescentes. Número de colegiada AO10397.