¿Qué es el miedo? ¿Cómo puedo superarlo?

Qué es el miedo

Hoy hablaremos del miedo, de cómo se activa y la forma en la que podemos trabajar para superarlo. Así pues, si en algún momento de tu vida has tenido una gran sensación de miedo, te invitamos a leer este artículo y descubrir por qué aparece.

¿Qué es el miedo?

El miedo es necesario para el ser humano, el deseo de vivir sin miedo es una utopía, no es posible, ya que va en nuestra naturaleza y es parte de nosotros. La tarea del miedo es avisarnos de que nuestra supervivencia puede estar en peligro. Es un mecanismo innato de defensa que se activa ante la percepción de peligro, pero este peligro puede ser real o no.

La percepción de peligro hace que el cuerpo produzca señales que sirvan y que tengan el fin de huir, escapar o luchar ante ese peligro, por tanto no importa para nuestro sistema que el peligro ponga en juego nuestra vida, ya que si se contempla como peligroso por la persona, el mensaje está enviado al resto del cuerpo de que existe un peligro, y la cadena empieza a funcionar.

La emoción primaria del miedo es un mecanismo de defensa que provoca sensaciones intensas y muy desagradables y angustiosas, y ocurre así para alertarnos de una amenaza y que podamos protegernos, por tanto su principal objetivo es mantenernos a salvo.

¿Cómo se activa el miedo?

El miedo nos aporta la sensación consciente de que existe un peligro, y su mecanismo se puede resumir en tres partes:

  1. Nuestros sentidos observan las señales del entorno, de forma constante.
  2. Todas estas señales y estímulos son procesados por los órganos correspondientes, tarea que en su mayor porcentaje es ejecutada por el sistema límbico
  3. Si la respuesta de este estudio considera que existe un peligro, automáticamente se desencadenarán las reacciones fisiológicas que nos permitirán actuar en consecuencia.

Si hay percepción de peligro el metabolismo se acelera, se produce un aumento en la presión arterial, los niveles de adrenalina y glucosa suben, los músculos tienden a tensarse, la respiración se hace de forma más rápida, las pupilas se dilatan y todas aquellas funciones corporales que no son vitales ni necesarias en ese momento se detienen.

La dopamina, un neurotransmisor cerebral, juega un papel muy importante en todo este proceso, sus niveles intervienen en nuestra reacción ante la sensación de peligro, de manera que si sus cantidades son elevadas solemos reaccionar con más miedo y con más estrés.

¿Por qué alguien puede percibir peligro dónde otra persona no?

El miedo en si no es un problema a priori, pero si se puede convertir en un obstáculo, cuando no se encuentra dentro de los niveles normales, el miedo se vuelve el dueño de nuestra vida, y vemos peligro siempre y en todas partes.

Algunos trastornos mentales son causados por la obsesión que produce este miedo, centrarnos demasiado en algo nos lleva a darle cada vez más importancia, y eso se acaba convirtiendo en el núcleo de nuestra existencia, y no podemos controlarlo, nos desborda y acaba por dominarnos.

La obsesión a que ocurra algo malo, como por ejemplo la muerte de un familiar querido y cercano,  o el trauma de una experiencia anterior negativa, como puede ser haber vivido un atraco, nos puede crear un pensamiento constante, intenso y recurrente de que puede suceder algo malo que nos ponga en peligro. Así de este modo, solo con el pensamiento, podemos experimentar miedo sin que haya un peligro real.

Imaginar una situación que pueda ser peligrosa es anteponerse al peligro, y eso está bien, porque nos puede ayudar a prevenir ese posible peligro. Por ejemplo, si sé que de vuelta a casa hay una calle muy poco transitada y a la hora que voy  a pasar ya ha anochecido, no puedo adivinar si pasará algo malo, pero si puedo decidir ir por otro camino más seguro aunque tarde más, pedirle a alguien que me recoja o me acompañe, coger el bus, etc., es decir, solo puedo estar prevenida, y aun así todo lo que pueda hacer no me garantiza que no me ocurra nada malo.

La gente con miedos dominantes no razonan de esta forma, ya que llegan a un punto en el que el miedo se ha adueñado de ellos y les domina por completo, y solo pueden pensar en lo peligroso que les podría pasar, y no en lo que puede estar en su mano para tratar de evitarlo o en que todos estamos expuestos a ciertos peligros hagamos lo que hagamos, ya que ninguno de los seres vivos tiene garantía de que nunca le ocurra nada malo, porque eso es imposible.

Esto implica que no solo podemos tener miedo cuando percibimos una amenaza real sino también cuando imaginamos una situación en la que podríamos estar en peligro.

Nuestra capacidad de razonamiento para detectar el peligro y anticiparnos a él, nos permite tomar decisiones para poder mantenernos a salvo, y no podemos hacer mucho más.

Miedos irracionales: ¿Qué son?

Los miedos irracionales se manifiestan con una respuesta muy desproporcionada ante el peligro real que puede causar un estímulo o situación. Esto es lo que ocurre con las fobias, donde la persona reacciona de una manera súper exagerada ante una situación que razonablemente no representa ningún tipo de peligro real para su vida, como por ejemplo hablar en público o acercarse a un animal inofensivo  que nos de asco.

Las personas que padecen un trastorno de pánico, sufren una especie de miedo al miedo, tienen un miedo desmesurado a sentir un miedo. Esta sintomatología puede llegar a ser muy incapacitante. Las personas con este trastorno sufren crisis de angustia muy intensas, y de forma muy repentina ya que casi cualquier estímulo puede desencadenarla, y desarrollan un miedo descomunal a volver a sentir un ataque de ansiedad,  y ese miedo es normal, ya que la sensación que se experimenta es muy desagradable, se puede incluso llegar a sentir que uno se está volviendo loco y que está a punto de morir.

Cuando este miedo se instaura, la persona comienza a poner en marcha mecanismos para evitar situaciones que pueden llevarle a sentir ese miedo, como por ejemplo no salir a la calle o salir solo si se va acompañado.

Si no se controlan estos miedos pueden llegar a derivar fácilmente en otros trastornos o en fobias muy graves que alteran mucho la vida de la persona.

Cómo podemos superar el miedo

El tratamiento ante los miedos y fobias debe estar adaptado a las particularidades de cada persona, hay que analizar los pensamientos que le llevan a sentir ese miedo, y saber que estímulos hacen que se desencadenen los síntomas.

La exposición a esos estímulos y pensamientos, de forma gradual y progresiva, es lo que le ayudará a la persona a poder enfrentarse poco a poco a sus miedos y llegar a superarlos de forma eficiente.

Trabajar con los pensamientos y su relación con los síntomas que producen ayuda a que la persona se enfoque en el aspecto más racional, y haga una especie de valoración más objetiva ante el peligro que siente.

Técnicas como la hipnosis han resultado ser muy buenas para que personas con traumas hayan podido superar esos miedos y síntomas.

¿Necesitas ayuda? Desde mi consulta de psicología en Málaga estaré encantada de asesorarte y ayudarte a superar todos tus miedos.

Ángeles Mérida Psicóloga

Licenciada en psicología por la Universidad de Málaga y amplia experiencia profesional. Especializada en terapia de parejas y otras áreas de psicología para adultos, niños y adolescentes. Número de colegiada AO10397.