¿Qué es la hipocondría?

que es hipocondria

¿Sabes esa sensación de sentirte todo el día enfermo o con dolores a raíz de que una persona te diga que se encuentra mal? Esa es la sensación con la que conviven las personas que sufren de hipocondría. Si no la conocías, quédate a leer el siguiente artículo para conocer este trastorno. En el caso de que ya supieras lo que es de hipocondría, descubrirás datos sobre esta alteración.

¿Qué es la hipocondría?

El trastorno de hipocondría se caracteriza por la preocupación en exceso de sufrir una enfermedad. Ocurre cuando por ejemplo quien lo padece, ve en la tele un documental acerca de una enfermedad y empieza a pensar que tiene esa enfermedad. También se llama trastorno de ansiedad por enfermedad.

No solo es preocuparse de manera considerable por poder padecer una enfermedad, sino también la convicción, la creencia firme de que se tiene dicha enfermedad. Independientemente de la gravedad de la enfermedad, la angustia es máxima sólo por el hecho de poder creer que se padece, sin pararse por ejemplo a pensar que tiene tratamiento o que es posible revertirla.

¿Cómo es el día a día de una persona con hipocondría?

Las personas que padecen hipocondría suelen estar muy pendientes de su salud, de si sufren alguna modificación en su piel como ver un lunar nuevo o un bulto, van con frecuencia al médico, ya que si piensan que pueden tener una enfermedad y al ir al médico y comprobar que no es así, sienten alivio ante la preocupación previa.

El miedo a desarrollar una enfermedad grave puede hacer que sientan síntomas reales, ya que se sugestionan, y pueden incluso llegar a sentir la sintomatología.

Puede surgir al leer acerca de una enfermedad, al conocer a alguien con dicha enfermedad, al ver la información en la televisión, al tener un familiar que esté enfermo, etc., cualquier información por mínima que sea acerca de una enfermedad puede despertar en la persona hipocondríaca la ansiedad o pérdida del autocontrol.

La creencia de padecer una enfermedad de manera obsesiva se basa en una interpretación sesgada de la realidad, en una sugestión a sentir unos síntomas e incluso a veces se llega a contradecir a los profesionales cuando confirman el no diagnóstico.

Cómo reconocer a una persona que sufre hipocondría

Estas personas suelen acudir con frecuencia al médico, se informan mucho acerca de las enfermedades, sus causas y síntomas, y conocen muchas palabras médicas con las que el resto de la población no está familiarizada.

Se puede dar tanto en hombres como en mujeres, y es posible que aparezca a cualquier edad aunque en la adolescencia suele dar manifestaciones notables. Se puede desencadenar por muchos factores, como por ejemplo la muerte de un familiar, el haber pasado por una enfermedad grave, haber tenido antecedentes de maltrato en el pasado, etc. De manera que estos factores pueden propiciar la aparición de la hipocondría.

Son incapaces de controlar su miedo, es algo que les domina, y ante el más mínimo atisbo de sentir algo le sigue de manera automática el pensamiento de que puede ser debido a una enfermedad, lo que conlleva una obsesión y frustración constante , que se va agravando cada vez más.

Su angustia es real, y su creencia de poder estar enfermo es similar a la que puede sentir cualquier otra persona que no tenga hipocondría, pero la diferencia es que ellos no tienen en cuenta el razonamiento objetivo que les puede dar un profesional o cualquier persona cercana de su entorno.

Este trastorno suele perdurar en el tiempo, se suele manifestar a lo largo del tiempo llegando a ser crónico, afecta al estado de ánimo y puede desencadenar otros trastornos como la depresión o un trastorno obsesivo compulsivo.

Manifestación de la hipocondría

Las manifestaciones corporales son muy frecuentes como la aceleración del pulso, la sudoración, el nerviosismo visible, movimientos peristálticos como contracciones musculares, etc., y también pueden darse infecciones en la piel, heridas, hematomas leves, etc.

Normalmente estas manifestaciones hacen que las personas hipocondriacas aumenten su nerviosismo, y ese estado produce alteraciones intestinales, problemas de sueño, etc., y esto ayuda a sumar nuevos síntomas a los primeros.

Ante estas alteraciones, buscan y se informan hasta que engloban la mayoría de los síntomas dentro de un diagnóstico, provocándose así el resto de síntomas de los que carecen y somatizándolos. Centran toda su atención en su cuerpo, tanto a nivel interior como exterior.

Con frecuencia, casi cada día, y varias veces al día, se quejan de dolores musculares, calambres, fiebre, cefaleas, etc. Ellos mismos te describen los síntomas y seguidamente añaden una explicación junto con un diagnóstico, o un posible diagnóstico, con el cual no tardará en acudir a un especialista médico para ser evaluado de forma certera.

Suelen de ir de médico en médico, a modo de peregrinación, buscando confirmar sus sospechas, pero inconscientemente buscan mayormente el alivio de que ellos les digan que no padece ninguna enfermedad.

¿Existe un tratamiento para la hipocondría?

Ante todo lo primero siempre es descartar una enfermedad médica, ante los síntomas reales y percibidos por la persona hipocondriaca, y a partir de ahí, sino existe causa de enfermedad física es necesario tratar de forma psicológica la aparición de estos síntomas, y sobre todo la percepción de ellos.

Los psicofármacos como los antidepresivos ayudan a las personas que padecen dichos síntomas a reducir la obsesión excesiva por la preocupación. Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina son muy usados en los trastornos obsesivos compulsivos y son eficaces a la hora de tratar los síntomas físicos.
La terapia cognitivo conductual a nivel psicológico ayuda a asimilar el razonamiento objetivo y trabaja en la obsesión de centrarse en unas ideas para las que no existe ninguna evidencia, y en caso de que las haya, aprender a analizar hasta que punto tienen solución no antes de anticiparse a la preocupación.

Es importante que no se habitúen a negar sus síntomas, ya que son reales, y ellos lo sienten creándoles un gran malestar. La psicología intentará llevarles hasta el punto de analizar en qué parte son sugestiones y en qué parte son causados por una enfermedad real.

Puntos clave para una intervención para los que sufren de hipocondría

Reducir la respuesta de ansiedad, mediante técnicas de relajación y/o respiración, a través de un entrenamiento a la hora de afrontar los síntomas.

Manejo del estrés, entrenamiento en asertividad y solución de problemas.

Identificación de estímulos desencadenantes del estrés los cuales lleven a las sensaciones ansiosas y de inseguridad.

Crear escenarios de situaciones provocadoras de ansiedad de forma controlada y enfrentarse de forma gradual a ellas, creando una línea base de intensidad de ansiedad y marcando el objetivo de ir disminuyendo progresivamente la intensidad.

Practicar y entrenar exposición con prevención de respuesta, donde la persona se enfrenta a una posible presencia de enfermedad y a sus síntomas.

Explorar posibles ideas irracionales y distorsiones cognitivas que pueden estar influyendo en la percepción tremendista y catastrofista de los síntomas y en la asociación con padecer ciertas enfermedades.

Adquirir estrategias a nivel general para manejar y afrontar los síntomas y las situaciones ansiosas en general.

Excesiva preocupación por la salud: principal problema de las personas con hipocondría

Es normal que ante la presencia de síntomas, de cualquier tipo nos preocupemos y todos tendamos a tener miedo y a poder tener alguna enfermedad grave. Pero una visita médica lo antes posible, nos podrá tranquilizar y en la mayoría de los casos, nos podrá llevar a un tratamiento temporal que solucionará el problema.

Las personas que padecen hipocondría sienten las molestias, se medican por su cuenta, acuden a un profesional y a otro para poder sentirse aliviado de que no padecen lo que creen, leen acerca de las enfermedades que piensan que tienen, se autosugestionan, somatizan los dolores, etc.

Es vital no descuidar la salud, por supuesto, e intentar mantener un ritmo de vida saludable con unos hábitos sanos. Pero una preocupación extrema como sufren y transmiten las personas con hipocondría puede llegar a afectar al resto de la vida, dañando a su vez su desarrollo personal.

La preocupación por la salud puede llegar a convertirse en una obsesión grave para aquellas personas hipocondríacas. Pueden llegar a acudir muy a menudo a su médico, tener varios médicos, por ejemplo el que le pertenece en el sistema de sanidad pública y pagar por su cuenta otro a nivel privado, visitan las urgencias frecuentemente, son caras conocidas en los hospitales.

A veces llegan incluso a pedir traslado de expedientes, para ser vistos por otros profesionales de otra zona.

Ángeles Mérida, psicóloga especializada y de confianza de confianza en Málaga

Si estás sufriendo este tipo de trastorno y notas que cada vez afecta más a tu vida diaria, como psicóloga con años de experiencia te recomiendo que acudas a un profesional como yo, Ángeles Mérida para combatir la hipocondría.

Si necesitas ayuda de otro tipo como por ejemplo para tratar la depresión o la ansiedad, ponte en contacto conmigo para comenzar tu tratamiento y darle un giro inmediato a tu vida.

Ángeles Mérida Psicóloga

Licenciada en psicología por la Universidad de Málaga y amplia experiencia profesional. Especializada en terapia de parejas y otras áreas de psicología para adultos, niños y adolescentes. Número de colegiada AO10397.