Como puedes mejorar tu relación de pareja

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Cuando estamos en una relación de pareja y estamos atravesando una crisis o momento difícil, tendemos a compararnos con otras parejas a las que conocemos y a las que aparentemente siempre les va bien y no suelen contar que tienen problemas. Y es que a veces sucede que solemos percibir que las vidas de otros es mejor que la de nosotros, y esto ocurre sobre todo con las parejas.

Al igual que en la vida, en las parejas no hay nada milagroso para no tener problemas y no hay ninguna pareja que conozca un secreto que otras no llegaran a saber nunca, la única diferencia existe en que las parejas con éxito poseen componentes que les hace enfrentarse a las dificultades de forma adecuada.

Las parejas que triunfan y salen airosas de cualquier dificultad ponen en marcha las capacidades para poder superar las inseguridades, y juegan con todas sus herramientas y actitudes más positivas.

¿Qué actitudes te pueden llevar a tener una relación de pareja 10?

Conocimiento de tu pareja

La pareja va evolucionando y cambiando, pasa por diferentes etapas, igual que los seres humanos a nivel individual.

La pareja va modificando sus intereses y necesidades, la forma en la que ve las cosas, sus opiniones y puntos de vista, y por ello necesitamos conocer esos cambios y tenerlos presentes, para conocer ese proceso que se da en ellos y estar al día.

En otras palabras, sin esos datos, no tenemos información actualizada de nuestra pareja, de manera que nos podemos quedar con un conocimiento de cómo era antes, porque ya se ha expuesto a ciertos cambios, por tanto, ya no conocemos su actualidad, al menos en aquellos aspectos que se han modificado.

Es necesario para un correcto progreso de uno mismo, conocer el desarrollo personal y la etapa en la que uno se encuentra, así como también lo es, conocer el de tu pareja. Y esto se consigue preguntando, escuchando, observando, y teniendo interés por el conocimiento más profundo de tu pareja, con esa persona con la que compartes tu vida.

Conocer las novedades de uno mismo y del otro, es fundamental para evolucionar como persona, y para hacer que la pareja crezca y se haga cada vez más fuerte.

Afecto, cariño, besos y abrazos, no hay que perderlos de vista

Al inicio de una relación las demostraciones de afecto suelen ser constantes e intensas, pero a medida que el tiempo va avanzando, esto va mermando. Los refuerzos positivos que le aportamos a la pareja, ya sea en forma de besos o caricias verbales, suele ir disminuyendo a medida que la relación va creciendo en el tiempo, casi sin que los miembros de la pareja sean conscientes.

El truco está en no perder nunca esa constante a la hora de dar afecto, a pesar de que es normal que disminuya la manifestación física de los afectos, la actividad sexual y las caricias, es fundamental que se intente mantener cierto nivel para que la rutina y el paso del tiempo no haga desaparecer la chispa de la pasión ni el afecto.

Resolver los problemas en la relación de pareja

Todas las parejas tienen problemas a los que deben enfrentarse, pero ocurre que algunas no encuentran la forma adecuada de resolver dichos problemas. Ocuparse de buscar soluciones y no crear un bucle que se nutra de culpa y de preguntas sin respuestas, es la manera más eficaz de ver la luz para poder llegar a la resolución de un problema.

Arreglar de forma resolutiva un problema hoy, no solo es bueno para el presente de la relación, sino también para el futuro, ya que aprendemos a actuar de una forma eficiente si el problema vuelve a surgir, aunque lo normal es que el problema no se dé una segunda vez si cuando se detecta en sus inicios, se busca una manera adecuada de resolverlo.

El éxito de muchas parejas duraderas consiste en priorizar por la búsqueda de soluciones y evitar que el problema que ha sucedido una vez vuelva a darse.

No permitir que el problema se convierta en el protagonista de la relación, es una de las claves para tener una relación fuerte y sana.

Ser sinceros, pero con cuidado

La sinceridad en la pareja es un aspecto fundamental, pero la sinceridad sin medida con la pareja puede ser algo peligroso, o como poco, arriesgado. Imagina que tu pareja te dice abiertamente la atracción irrefrenable que siente por una compañera de trabajo o lo desagradable que le parece tu madre, no sería nada agradable, y además lo más seguro es que te sintieras herido.

Se puede decir que transmitir las cosas que piensas a tu pareja está bien y es muy recomendable, pero si eres honesto contigo mismo y haciendo uso de la empatía, te imaginas en su lugar cuando le expreses algún pensamiento y la sensación no es grata, es mejor pensarlo dos veces antes de decirlo abiertamente, y reservarse algunas cosillas para la intimidad de uno mismo.

Es necesario ser sincero, y debemos serlo para formar una relación sana y fuerte, pero debemos también valorar las consecuencias que ello puede tener para no herir a nuestra pareja con aquello que decimos.

No intentar cambiar a la pareja

Aceptar de forma incondicional a la pareja es uno de los pilares fundamentales de la relación, siempre y cuando ello no implique ir contra nuestros valores o principios, claro está. Cuando decidimos estar con una persona a largo plazo, hacemos esa elección por lo que dicha persona nos transmite y nos da, y en todo eso aceptamos tanto lo bueno como lo malo.

Si pretendemos cambiar cosas de la pareja continuamente, buscamos una persona con ciertos criterios que no es exactamente la persona con la que estamos, caemos en el error de juzgar y presionar a la pareja para que cambie, para que así se acerque más a lo que deseamos.

Es necesario expresar de forma mutua las cosas que creen que deben modificarse para que la relación siga funcionando, y para conseguirlo, es primordial negociar y llegar a acuerdos, con el objetivo de alcanzar el entendimiento, y teniendo presente que en última instancia es la pareja la que decide si desea hacer algunos cabios o no, si tiene intención de hacerlo o no, y no podemos obligarle a ello. Si crees que te ocurre eso, es bueno saber cuando acudir a terapia de pareja y ver si es lo que necesitamos.

Compartir tiempo de calidad

Compartir tiempo con la pareja es muy importante, pero no siempre todo el tiempo que pasamos con la pareja se puede definir como tiempo de calidad. El ocio, actividades donde haya complicidad, cosas que os hagan disfrutar a ambos, etc., es lo que diferencia de pasar tiempo por obligación con tu pareja al tiempo de calidad.

Compartir y planificar proyectos a largo plazo, ir de vacaciones o practicar ese deporte que a los dos os chifla, son actividades fáciles de disfrutar, pero no ocurre lo mismo con las tareas del día a día, sin embargo, las parejas con éxito saben sacar el máximo partido a ellas haciendo de una tarea cotidiana una especie de regadío para que su amor crezca.

La realización de tareas y rutinas, como ir a la compra o la limpieza de la casa, a pesar de que no se consideren actividades de disfrute ni de ocio, si podemos intentar de alguna manera transformar ese tiempo juntos para que se convierta en un tiempo de calidad fácilmente, en el que haya algunos intervalos de compartir juntos emociones y sensaciones positivas, risas, etc.

A veces al llevar en una relación mucho tiempo y convivir durante mucho tiempo, confundimos compartir tiempo con compartir espacio, y se puede llegar a creer que la convivencia o estar sentados juntos en el sofá es tiempo de calidad, y no siempre es así.

Además, también es importante dedicarse tiempo para uno mismo, y para estar con familias y amigos, hacer vida independiente fuera de la pareja, ocio individual y tomarse espacios fuera de la relación.

Generosidad y benevolencia, ante todo

Todas las personas, incluidas nosotros mismos, tenemos defectos y virtudes. La pareja que elegimos, a la que tanto queremos, también los tiene, por eso debemos ser benevolentes y flexibles y cuando se comete un fallo intentar tener una perspectiva laxa. Las vulnerabilidades y defectos son parte de la pareja, y no siempre tiene que significar algo negativo por defecto.

La benevolencia hacia la pareja es parte del amor, y la percepción con la que ver sus errores entra dentro de la empatía que sentimos hacia nuestra pareja. Tener presente que los defectos son parte del ser humano y mirando el lado positivo, siempre aportan alguna peculiaridad que hace diferentes a las personas.

Transmitir comunicación de forma eficaz

Comunicarse de forma eficiente no solo se consigue con hablar, sino que hay que hacerlo de forma determinada. Hablar del día a día y de las cosas cotidianas únicamente no implica que la comunicación entre la pareja sea competente y se dé al cien por cien.

El que habla debe de asegurarse que la pareja comprenda lo que quiere decir, siendo claro y adaptando el mensaje en su totalidad a los oídos que lo escuchan, sin olvidar el objetivo que debe tener ese mensaje, y la intención con la que se comunica dicho mensaje, ya que de ello depende la dinámica que exista en la pareja.

La capacidad de poder expresar la parte más emocional y no siempre tan agradable de nosotros mismos, sin herir a la pareja, debe considerarse como una máxima para poder entenderse dentro de la pareja.

No romper la alianza

En ocasiones ciertas situaciones hacen que ambos miembros de la pareja no estén de acuerdo, como por ejemplo cuando ocurre algo y al comentárselo a la pareja ésta se pone de parte del lado contrario y puede que hasta incluso reaccione con algún calificativo negativo hacia ti, y ello nos puede hacer sentir como que nuestra pareja ya no está en nuestro equipo.

Este tipo de situaciones suele ocurrir a menudo en las relaciones con las familias políticas, y es normal, en parte, que a veces uno se decante por su familia y otras por su pareja, dependiendo del criterio individual que cada uno tenga y de la objetividad con la que se procesen las cosas y cada situación.

En estos casos es importante resaltar las conductas que nos desagradan y no a las personas que realizan dicha conducta, es decir, no se debe atacar a las personas. Haciendo referencia a lo que no nos gustó, pero intentando siempre tener en cuenta a la pareja, y al final, se trata de poner en práctica la asertividad, expresando lo que sentimos pero teniendo presente las necesidades de a quién se lo decimos.

Las parejas que gestionan estas situaciones con éxito siempre depositan en la pareja su apoyo, independientemente de la opinión que posean, así sentiremos que nuestra pareja nos apoya y ella sentirá lo mismo cuando ocurra al revés.

Desarrollar la capacidad de apoyar a la pareja, siendo objetivos y destacando las conductas que nos desagradan hará que la incondicionalidad a nivel de pareja crezca. Es vital que ambos sientan que el otro está en su equipo, y tener percepción de que siguen unidos en todo.

Desarrollar estas actitudes te ayudará a tener una relación de pareja exitosa y muy satisfactoria, capaz de enfrentarse a todo y salir airosa, y ganando siempre.

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Ángeles Mérida Psicóloga

Licenciada en psicología por la Universidad de Málaga y amplia experiencia profesional. Especializada en terapia de parejas y otras áreas de psicología para adultos, niños y adolescentes. Número de colegiada AO10397.