Las personas con trastornos de personalidad engloban muchas peculiaridades a la hora de ver el mundo. Alguien con un trastorno psicológico no posee la misma visión que una persona que no tenga ningún rasgo o síntoma de trastorno mental. Las personas con trastorno límite de personalidad manifiestan unos síntomas, que a veces también están presentes en otros trastornos, es decir, que no son exclusivos del trastorno límite de personalidad, ya que muchos trastornos psicológicos comparten síntomas.
Las personas que conviven cerca de alguien con un trastorno límite de personalidad deben saber en qué consiste el trastorno y que características tiene, para poder ayudar en todo lo posible a su familiar o amigo diagnosticado.
Alguien que tiene un familiar que tenga trastorno límite de personalidad, suele reaccionar de manera incorrecta ante las diferentes situaciones de altibajos de los enfermos, bien porque no saben hacerlo de otra manera, porque tienen poca paciencia o porque no entienden lo que pueden llegar a sentir estas personas, entre muchos otros motivos. Por ejemplo, suelen actuar de manera errónea cuando:
- ● Critican de forma permanente a la persona con trastorno límite de personalidad, y esto provoca discusiones y conflictos, además de que hace que se refuerce más la conducta de la persona que padece el trastorno, que puede que ni siquiera sea consciente de ello. Puede que bien porque nunca haya acudido a un especialista médico que le haya valorado, o bien porque aun intuyendo que puede padecer algo no quiere acudir por el miedo al diagnóstico.
- ● A veces es normal que tanto la persona diagnosticada como sus familiares pasen por etapas de enfado y de irritabilidad muy intensos, y esto hace que no se muestren demasiado comprensivos, y eso es muy perjudicial para el paciente, por eso es imprescindible que los profesionales expliquen lo mejor posible en qué consiste el trastorno con el que convivimos y qué siente esta persona con dicho trastorno, para que así puedan actuar de la forma más adecuada posible.
- ● Existe cierto temor a llevarles la contraria porque no saben cómo pueden reaccionar. Bajo este miedo, y cuando actúan con la intención de que no exploten emocionalmente, lo que consiguen es que al paciente con trastorno límite de personalidad sea reforzado en su conducta. Estos pacientes no suelen reconocer que tienen un problema, ni mucho menos que su conducta puede llegar a provocar ciertos problemas en los demás.
Para poder evitar estas reacciones que no ayudan a la persona con trastorno límite de personalidad, es necesario que tanto el familiar como los amigos y convivientes más cercanos al paciente, tengan toda la información posible acerca del problema y de cómo poder afrontarlo. Una persona con trastorno límite de personalidad o con cualquier trastorno psicológico está habituada a seguir una tendencia, bien por habituación o bien porque no sabe actuar de otra manera, y no es porque tenga algo en contra de nosotros.
La comprensión de cómo funciona el trastorno, y de por qué tu familiar o amigo se comporta de ese modo y le es muy difícil cambiar, favorecerá el trato que se le dé a éste, la relación y los cuidados, y se conseguirá no verlos como personas dañinas o malas, sino simplemente como lo que son, seres humanos con problemas psíquicos.
Las reacciones de los que rodean a la persona diagnosticada de trastorno límite de personalidad influyen tanto en la persona como en la enfermedad.
Índice
Consejos para los familiares de una persona con trastorno límite de personalidad
Estos familiares deben saber que sus reacciones pueden desfavorecer y favorecer al enfermo. Deben de tener cuidado y estar preparados para saber a lo que se enfrentan, y poder estar prevenidos antes las diferentes situaciones que se pueden dar.
Algunas pautas y recomendaciones que se pueden seguir por parte de la gente cercana a un enfermo mental con diagnóstico de trastorno límite de personalidad son las siguientes:
- ● El familiar de la persona con trastorno límite de personalidad debe saber en qué consiste el trastorno y que manifestaciones tiene éste en su conducta, qué consecuencias pueden ocasionar en el entorno y en sus vidas. Para esto deben leer, hablar con los especialistas, pedir consejo a otros que ya hayan vivido estas situaciones, etc., todas las fuentes que puedan consultar aportarán información necesaria al respecto.
- ● En lugar de juzgarle o de no entenderle lo recomendable es empatizar con él o ella, y enseñarle a que se comporte de una manera alternativa. Ayudarles a que sigan las pautas que los especialistas le prescriben.
- ● Tratar de no culpabilizarles. En estos enfermos todo influye, y ya poseen bastantes inconvenientes para poder llevar una vida normal, si su círculo cercano le hace sentir culpable, solo se conseguirá que se sientan aún peor.
- ● Como hemos mencionado anteriormente, la mayoría de las personas que poseen trastorno límite de personalidad no van al especialista o sabiendo que su diagnóstico es tal a veces no lo cuentan a sus seres cercanos, y en estos casos, la familia lo que puede notar son otros síntomas que tapan el trastorno mental, como ansiedad, manía, obsesiones, problemas con la alimentación o el alcohol, etc., en estos casos el trastorno límite de personalidad está escondido bajo otros síntomas visibles.
- ● Los comportamientos de la persona con trastorno límite de personalidad no deben tomarse como algo personal, ya que no son ellos los que se dirigen a nosotros, sino su enfermedad y sus síntomas, con todo lo que ello conlleva. Los enfados y conflictos no ayudarán a que el paciente aprenda a comportarse de manera más cívica y adecuada, el tomar sus reacciones como un rechazo hacia su entorno, hará que cada vez se les entienda menos.
- ● Ponerse en el lugar del otro siempre es recomendable, pero en el caso de una persona con trastorno psicológico, hay que hacer un mayor esfuerzo, ya que su problema le impide comportarse de forma normal, y sus conductas no son capricho, no saben ni pueden comportarse de otra manera, si no se les ayuda ni se les muestra el camino a seguir.
Tratamiento para familiares y amigos con trastorno límite de personalidad
Buscar el consejo de los expertos en estos casos es fundamental, ya que los profesionales conocen los trastornos mentales muy bien y saben cómo guiar tanto al enfermo como a sus seres cercanos a vivir cada día y normalizar las diferentes situaciones difíciles que surjan. La complejidad de los trastornos psicológicos requiere los conocimientos de los profesionales.
Los trastornos mentales son patologías complejas y limitan a quienes los padecen. Los síntomas que presentan las personas con trastorno límite de personalidad pueden ser muy intensos y graves, y pueden llegar a provocar otros síntomas consecuentes también muy difíciles de llevar cada día para las personas que lo sufren.
El tratamiento psicofarmacológico se usa tanto en las personas diagnosticadas como en los cuidadores y convivientes con éstos. Ayudan a paliar los síntomas que son producidos derivados de convivir con una persona con trastorno límite de la personalidad.
Los amigos y familiares sienten ansiedad e impotencia, por no saber cómo poder ayudar a su ser querido, o por no saber afrontar de forma adecuada las crisis de los enfermos.
Es importante resaltar que no existe nada milagroso al cien por cien, ni para el enfermo ni para los cuidadores. Cuando tratamos temas psicológicos, nunca encontraremos soluciones fáciles. Hay que tener cuidado con algunos caminos que se nos presentan como fáciles, aquellos que a veces nos quieren vender como remedios milagrosos e infalibles. Está en juego nuestra salud y la de la persona a la que queremos, debemos ser cautelosos.
Las técnicas de relajación pueden ayudar a estabilizar el estado de ánimo, los síntomas de ansiedad y en general todas las manifestaciones y alteraciones que pueda provocar cuidar y vivir con una persona con trastorno límite de personalidad.
En la terapia grupal para familiares, se comparten los testimonios de la gente que rodea a la persona con trastorno límite de personalidad, entre ellos, se ofrecen una retroalimentación y un apoyo, todos actúan de reflejo de lo que cada uno está viviendo. Bajo la guía y dirección del mediador y terapeuta, comparten sus experiencias.
Licenciada en psicología por la Universidad de Málaga y amplia experiencia profesional. Especializada en terapia de parejas y otras áreas de psicología para adultos, niños y adolescentes. Número de colegiada AO10397.