En nuestra sociedad se habla mucho de la productividad y del trabajo, de estar activo y de los planes laborales del futuro, pero qué papel juegan las vacaciones dentro de esto.
Encontrar tiempo para descansar, desconectar, aminorar el estrés, etc., ¿es realmente necesario o es un lujo? La verdad es que realmente es algo que se necesita para desconectar y resetear al organismo.
Cuando te encuentras saturado, por el día a día, por el estrés y por el trabajo, entre otras cosas, es totalmente necesario. Tal y como se dice en el gremio de la cocina profesional, “es necesario afilar el cuchillo para que éste siga cortando”. Pues al ser humano le ocurre algo parecido, necesita parar, para recargar pilas y desconectar.
Índice
¿Por qué tu cerebro necesita vacaciones?
El cerebro está continuamente consumiendo energía, debe de estar activo y con todos los recursos atencionales al cien por cien, hasta cuando dormimos. El cerebro es uno de los órganos que se mantiene a un ritmo constante, como otras funciones vitales del cuerpo.
Pero los estudios han mostrado que en ocasiones, el cerebro es capaz de apagar ciertas áreas y zonas que no está usando para poder ahorrar energía. Del mismo modo que cuando tenemos fiebre, el cuerpo nos pide reposo para no gastar más energía de lo necesario, al cerebro le ocurre lo mismo.
El cuerpo humano en general es un gran ahorrador de energía. Aprovecha al máximo toda su capacidad, y se organiza para no realizar un gasto innecesario o desperdiciar más energía de la cuenta.
El cerebro consume un 20% de media en reposo, es decir, sin realizar ninguna actividad moderada o intensa, en lo que se refiere a la energía total gastada por todo el cuerpo, incluyendo todas las actividades de todos los órganos, y cuando realiza una tarea extra, como leer o estudiar, a este porcentaje se le añade entre un 5% y un 10% más, y este tanto por ciento aumenta según sea una actividad u otra, ya que no se consume la misma energía al hacer ejercicio físico que al cocinar, pues a nivel calórico no se consume lo mismo.
¿Cuándo descansa el cerebro?
Cuando el cerebro “descansa” en realidad sigue funcionando, como el reflejo de respirar cuando estamos dormidos, ya que es vital para que el ser humano siga vivo, así que no está siendo improductivo nunca.
En el tiempo en el que dormimos, los conocimientos se asientan, se consolida la memoria, se da una especie de proceso de mantenimiento, se eliminan productos tóxicos almacenados, etc.
La principal función del sueño es reparar el organismo para poder seguir funcionando en las mejores condiciones. El sueño es una función de tipo fisiológica, y durante éste se dan procesos cognitivos con un intenso contenido emocional.
Por ello, el descanso en necesario para que el cerebro reafirme los conocimientos y procese con la máxima calidad, manteniendo toda su capacidad.
Los beneficios de las vacaciones
Las vacaciones se realizan con el fin de descansar, recargar las baterías, reconectar con los amigos y familiares, pasar más tiempo con la familia, realizar actividades nuevas, viajar, etc. Hagas una cosa u otra, se trata de cambiar la rutina y obviar un poco el reloj y las obligaciones. El objetivo de las vacaciones es disfrutar y aprovechar para hacer cosas que sin estar de vacaciones, debido al trabajo, no podemos hacer.
Las vacaciones sirven para:
Reducir el estrés
La rutina, las obligaciones y los quehaceres son prioritarios cada día laborable, pero en el periodo vacacional, estas prioridades cambian, y lo que prima es el disfrute del tiempo libre, olvidarse del reloj, desconectar y descansar. Todo eso hará que el estrés acumulado disminuya, tanto a nivel físico como mental.
Salir de la rutina
La rutina es necesaria para organizar el día a día, y ésta nos hace de alguna manera actuar de manera automática, y esa mecánica se rompe en vacaciones, ya que en este periodo no tenemos que estar pendiente de un horario que cumplir. Se trata de hacer lo que nos apetezca, cuando nos apetezca.
Tener tiempo para nosotros
Tiempo para hacer lo que nos gusta, aquello que no nos da tiempo cuando debemos trabajar toda la semana, tiempo para dedicarlo a uno mismo, en aquello que se desee, por ejemplo darnos un masaje, darnos un homenaje culinario, disfrutar en la playa, dormir a demanda, etc.
No es necesario tener un periodo excesivo de vacaciones, con unos días el cuerpo es capaz de reponerse. Por eso es conveniente aprovechar estas pautas no solo en vacaciones, sino también los fines de semana y los días libres de los que se disponga.
Por eso en periodos pequeños de tiempo, como los fines de semana y los días festivos, siempre que sea posible, es aconsejable desconectar y cambiar el chip a modo vacacional. Mantener una actitud que contemple el tiempo para uso y disfrute.
Pautas para disfrutar del tiempo libre
Lo primero que recomiendan los expertos es empezar por el teléfono móvil. Actualmente siempre tenemos este aparato para todo, y a veces, pasamos demasiado tiempo con él. Dejar de lado las redes sociales, el correo electrónico, y el WhatsApp, con el fin de dar una pausa a la dependencia que hemos desarrollado con este aparato. Centrarnos en la realidad que nos rodea, en nuestros seres queridos, en disfrutar y desconectar.
Improvisar, ayuda a poder romper con esa sistematización. Siempre que se pueda, hay que ser flexible con los cambios de planes y adaptarse a ellos, sobre todo en periodo vacacional, ya que esto hace que el cerebro se desinhiba, y no sufra tanto ante los cambios de guion. Evidentemente algunas actividades y viajes necesitan planificación, pero la actitud de ir sobre la marcha debe estar presente en unas vacaciones perfectas.
No comprometerse demasiado de cara a los demás. A veces caemos en el error de querer abarcar mucho, y quedar bien con todos, y al final las vacaciones se convierten en un estrés constante bajo los planes de otros. Adáptate a los planes que te puedan ofrecer, acepta unos y modifica otros, pero no hagas que esos planes hagan cambiar los tuyos, ni por supuesto tu descanso.
Como hemos comentado a lo largo del artículo, la idea principal de las vacaciones es aliviar el estrés, evitar ataques de ansiedad, descansar, desconectar, disfrutar de las actividades, pasar tiempo con amigos y familiares, la pareja y explorar cosas nuevas.
A la vuelta de las vacaciones, todo esto se hace notar en un incremento de la productividad y de la concentración y en una mejor toma de decisiones. Por lo general, escapar de la rutina con cierta regularidad y disfrutar de unos días de vacaciones, nos hacen sentirnos bien y más felices. Nos aporta sensación de satisfacción, y mejora el clima en el ambiente laboral.
¿Qué te ha parecido este artículo? ¿Crees que comenzarás desde ahora a ver las vacaciones, los fines de semana y los días festivos de otra forma? Estoy segura de que si, y si no puedes, desde aquí te invito a contactar conmigo, concertar una cita y visitar mi consulta psicológica en Málaga. También podemos concertar una cita online, me adapto a tus necesidades y tu tiempo.
Desde aquí te invito a dejar el miedo por desconectar y despreocuparte de todo en vacaciones, como ya he comentado anteriormente, el cuerpo necesita desconectar, parar y recargar energías.
Licenciada en psicología por la Universidad de Málaga y amplia experiencia profesional. Especializada en terapia de parejas y otras áreas de psicología para adultos, niños y adolescentes. Número de colegiada AO10397.